domingo, 21 de marzo de 2010

Escultura: Lucifer cayó en Madrid.

"¡Cómo has caído de los cielos, Lucero, hijo de la Aurora! Has sido abatido a la tierra dominador de naciones! Tú que dijiste en tu corazón; 'Al cielo subiré, por encima de las estrellas de Dios alzaré mi trono, y me sentaré en el Monte de la Reunión en el extremo Norte. Subiré a las alturas del nublado, y seré como el Altísimo." (Isaías 14, 12-14).


Mi mejor amiga, que vive en Madrid, me comentó en una ocasión que existe en la capital una estatua, concretamente en el Parque del Retiro, que representa a Lucifer y que es única en el mundo. Este tipo de rarezas siempre han despertado mi curiosidad y admiración, así que en una de mis últimas visitas a Madrid en el verano de 2008 inicié un largo y maravilloso paseo por el Parque del Retiro en busca de la mencionada escultura.

Así fue como me topé con una fantástica estatua que efectivamente representa a Lucifer en el momento de su caída desde los Cielos, cuando todavía era el más hermoso de los ángeles, mientras retorcidas serpientes se agarran a sus extremidades con las bocas abiertas, acentuando la sensación de movimiento descendente. Y donde cabría añadir la simbología de la serpiente en la imaginería católica, como animal maldito y condenado a arrastrarse por el suelo. La estatua en concreto se sitúa en lo alto de una fuente a cuyos pies encontramos dragones que expulsan agua a través de sus bocas. Verdaderamente es una estatua hermosa, no sólo por su singularidad, pero también por su propia belleza intrínseca ya que se representa a Lucifer no como demonio, sino en su estadío orginal de ángel.

Me he estado informando sobre la historia de esta pieza, y he descubierto cosas curiosas. Su autor es el escultor madrileño Ricardo Bellver, aunque sobre su año he encontrado fechas diversas, algunos hablan de 1874 y otros de 1877, pero en cualquier caso se trata de la década de los 70 del siglo XIX. Se trata de la única efigie pública que representa a Lucifer en todo el mundo, aunque el autor se inspirara originariamente en el poema "El Paraíso Perdido" de Milton. En este poema publicado en 1677, de más de diez mil versos sin rima, el escritor inglés habla de la expulsión de Adán y Eva del Paraíso, aunque también de cómo Lucifer arenga a sus huestes para conseguir mediante la astucia y el artificio vengarse de Dios. No obstante, existe en el Capitolio de la Habana (Cuba) una escultura que también parece representar a Lucifer, llamada "El ángel rebelde". En Ecuador existe otra que representa el rostro del Demonio llamada "El Diablo de Tandapi", que fue realizada por un empleado de Obras Públicas de forma absolutamente voluntaria. Pero a mí personalmente me sigue gustando más la escultura española.

Volviendo a nuestra estatua madrileña, no ha sido hasta hace algunos años cuando se ha descubierto que se trataba de Lucifer, ya que muchos, empezando por los propios jardineros que trabajan en el Parque del Retiro, pensaban que se trataba de Cupido. A los que les gusten las conspiraciones de sectas de magia negra y esas cosas, que sepan que la estatua se sitúa a 666 metros por encima del nivel del mar, lo cual no deja de ser una curiosa coincidencia.

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