miércoles, 24 de agosto de 2011

Pintura: Angelica Kauffmann.

Nació en Suiza, pero creció en Austria, de donde era oriunda su familia. Su padre, Johann Josef Kauffmann, era pobre y un pintor bastante mediocre, pero aparentemente muy bueno enseñando a su precoz hija. Pronto aprendió varios idiomas, leía incesantemente, y mostraba un destacado talento como música. Su mayor progreso, no obstante, era en pintura; y al cumplir los doce años se había hecho famosa, de tal manera que obispos y nobles posaban para ella. En 1754 su padre se la llevó con él a Milán. Posteriormente se repitieron más visitas a Italia.






Estando en Venecia, Lady Wentworth, la esposa del embajador inglés, le pidió que la acompañase a Londres. Una de sus primeras obras fue un retrato de David Garrick, expuesta el año de su llegada en el «gran salón del Sr. Moreing en Maiden Lane». El rango de Lady Wentworth le abrió las puertas de la sociedad, y fue bien recibida en todas partes, mostrándole especialmente un gran favor la familia real. 







Su amigo más fiel, sin embargo, fue Sir Joshua Reynolds. En su cuaderno de notas, aparece con frecuencia el nombre de la pintora, como Miss Angelica o Miss Angel, y en 1766 él la pintó, un cumplido que ella devolvió con su Retrato de Sir Joshua Reynolds.

 

Cuando, alrededor de noviembre de 1767, ella fue cogida en una trampa para casarse clandestinamente con un aventurero que pasaba por ser un conde sueco (el Conde de Horn), Reynolds ayudó a liberarla. Es sin duda alguna debido a los buenos oficios de Reynolds que Angelica fuese una de las fundadoras de la Royal Academy, estando entre los firmantes de la famosa petición al rey para que estableciera una Academia Real de Pintura y Escultura. En su primer catálogo de 1769 ella aparece con «R.A.» después de su nombre (un honor que compartió con otra mujer, Mary Moser); y contribuyó con Entrevista de Héctor y Andrómaca, y otras tres composiciones clásicas.






Desde 1769 hasta 1782, Angelica exhibió sus pinturas en la exposición anual, enviando a veces hasta siete cuadros, generalmente con temas clásicos o alegóricos. Una de las más notables fue Leonardo expirando en los brazos de Francisco I 1778. En 1773 fue escogida por la Academia, con otros, para decorar la Catedral de San Pablo, y fue ella quien, con Biagio Rebecca, pintó la antigua sala de lectura de la Academia en Somerset House. 




Es probable que su popularidad declinase un poco como consecuencia de su desafortunado primer matrimonio; pero en 1781, después de la muerte de su primer marido (del que estuvo separada durante largo tiempo), se casó con Antonio Zucchi (1728–1795), un artista veneciano por entonces residente en Inglaterra. Poco después ella se retiró a Roma, donde se hizo amiga, entre otros, de Goethe (a quien retrató como se muestra en el siguiente cuadro), quien dijo que ella trabajaba más duro y lograba más que ningún otro artista que él conociese, pero siempre impaciente, quería hacer más (Viaje italiano de Goethe, 1786-1788) y vivió durante 25 años con gran parte de su antiguo prestigio.





En 1782 murió su padre; y en 1795 su marido. Siguió contribuyendo a la Academia de manera intermitente, exponiendo por última vez en 1797. Después de esto es poco lo que produjo, y en 1807 murió en Roma, siendo honrada con un espléndido funeral dirigido por Canova. Toda la Accademia di San Luca, con numerosos eclesiásticos y virtuosos, la siguieron hasta su tumba en San Andrea delle Fratte, y, como en el entierro de Rafael, dos de sus mejores pinturas fueron llevadas en procesión.



6 comentarios:

dijo...

Me ha parecido un post muy interesante, gracias por ilustrarnos en el mundo del arte ^^

Madame Macabre dijo...

Ló - De nada guapa ;). Me pareció una artista interesante, además siempre pongo pintores, pero nunca había puesto a una mujer pintora ^_^.

Besitos linda y gracias por comentar.

Angie dijo...

Me gustó mucho tu post. Definitivamente agradable.

Madame Macabre dijo...

Angie - Me gustaban mucho sus retratos :).

Muchas gracias por comentar.

Anónimo dijo...

Al.parecer adoras el arte que bueno el arte ea magnífico a por cierto me gustó la tercera pintura :-D

Madame Macabre dijo...

Anónimo - Sí, me encanta :D